Taller de Investigación periodística y TIC
Deutsche Welle Akademie
CIESPAL
Quito, marzo 2010

lunes, 29 de marzo de 2010

Y si Quito tiembla, ¿qué?

La madrugada del 5 de marzo de 1987 nos halló dormidos, desprevenidos, ignorantes… Todos salimos a la calle atropellándonos unos a otros, buscando la “seguridad”, la salvación incierta que parecía ofrecernos la media calle. Los segundos parecieron eternos; la inseguridad, una certeza; el miedo, una constante. ¿Qué hacer? Nadie lo sabía. ¿Lo sabemos ahora?

Desde entonces, tras 23 años Haití y Chile nos han despertado de aquel letargo largamente arrullado por la ausencia en la aplicación de políticas y medidas que prevengan nuestra integridad en casos de riesgos y desastres, al menos, la ciudadanía no las conoce. Ese, es un sentimiento generalizado. El tema nos compete ya que el Ecuador es un país volcánico, y Quito, una ciudad de riesgo.

Al respecto, buscamos respuestas en la instancia gubernamental responsable del tema, la Secretaría de Riesgos y Desastres, específicamente al área de capacitación, la más cercana a los actores sociales, de lo que se conoce.

“Es necesario socializar el conocimiento sobre los sismos entre la población. No, con el afán de asustarla, si no de que conozca que vive en un sitio de riesgo -señala Santiago Valarezo, el vocero institucional-. “Al respecto, la gente debe saber qué hacer y cómo actuar”.

Unidos, somos y hacemos más.
La naciente Secretaría de Riesgos muestra profunda preocupación sobre el tema, sus esfuerzos parecen insuficientes y aislados. De igual manera, varias instituciones públicas y privadas han emprendido iniciativas similares que al no encontrarse integradas entre sí, tampoco garantizan resultados en el corto plazo, y además incurren en gastos y acciones repetitivas.

Dónde quiera que viva, fíjese en el suelo.
No todo es culpa del desconocimiento, también existe negligencia y corrupción. El ejemplo se puede apreciar en el irrespeto de determinados actores sociales a las ordenanzas que regulan el crecimiento urbanístico que controla y limita la expansión de la ciudad en las zonas riesgosas como rellenos y laderas.

Una casa modelo construida en Turubamba, no debe exceder de dos plantas –señala Santiago Valarezo- porque el suelo sobre el que se asienta es de origen cenagoso. Pero es curioso que en esta zona se levantan edificios multifamiliares.

Surge entonces la interrogante: ¿Para qué la Ley si se queda en letra muerta? Lo grave del tema es que esto pone en riesgo a miles de habitantes de la zona.

La educación ¡qué necesaria!
“La parte educativa es multiplicadora hacia el ámbito familiar –manifiesta Valarezo- ese proyecto debería ser puesto de urgencia en el despacho del Ministro (de Educación).”

Esta apreciación la constatamos cuando preguntamos a la gente que vivió el temblor de 1987 si saben qué hacer en un evento similar. La respuestas fueron variadas, lo que denotó el desconocimiento y falta de educación formal e informal en la población, por lo que se deben establecer en la currícula de educación básica y media pertinentes para que al final de cada año lectivo, los estudiantes y sus familias conozcan los procedimientos básicos.

La gente aún recuerda aquel sismo, escúchela:
Recuerdan el terremoto de 1987 by johannamerizaldeveliz

No hay comentarios:

Publicar un comentario